Mi pequeño homenaje:
Leyendo diferentes publicaciones en los últimos días, me di cuenta que el nombre de Luis Miguel Messianu se hacía recurrente. Nada inusual, teniendo en cuenta su impecable trayectoria y su constante éxito en la industria. Pero de repente noté que la mención de su nombre, últimamente coincidía en un tópico: Homenajearlo. Era como si de repente, desde diferentes lugares, comenzaran a darse cuenta de la enorme influencia que Luis Miguel ha tenido y tiene en la publicidad. Para ser claros con las nuevas generaciones y con los que han llegado recientemente; si hoy el Mercado Hispano es un lugar que atrae talento del bueno y es un lugar en donde se puede ganar premios internacionales, mucho tiene que ver con esta transformación Luis Miguel Messianu. Él apuntaló una nueva generación de creativos que aprovechó el camino que él mismo había allanado. Antes de él, era imposible pensar en un Mercado Hispano asociado a la buena creatividad. Con él, todo comenzó a parecer menos difícil.
Hace más de quince años llegué a este país. Era muy joven, quizás demasiado. Por eso tenía la suficiente cuota de ignorancia para tener la valentía de hacerle frente a casi todo. Incluso a querer venir a transformar un mercado al que pocos se le animaban en ese entonces. En uno de esos arrebatos para conseguir mi objetivo, busqué en Internet el nombre de la que era la mejor agencia hispana en USA cuando arrancaba el año 2000. Pero Internet no era lo que es hoy. Para hacer una búsqueda, había que poner un signo de suma entre las palabras buscadas y tener mucha paciencia para esperar el resultado. Yo busqué “Del Rivero+Messianu.” Con tesón, conseguí el correo electrónico de Luis Miguel y le escribí. Con el atrevimiento y las ganas de quien no sabe bien lo que hace, pero sabe bien lo que quiere.
Luis Miguel no me conocía, no tenía por qué contestarme. O por lo menos yo estaba habituado a que en mi país natal, un Director General Creativo, o un dueño de agencia, muy raramente se tomaba el tiempo para hacerlo. Pero Luis Miguel me contestó. Esa fue la primera de las muchas veces que Luis Miguel me sorprendería. Su respuesta fue un envión anímico para animarme a llegar a un país que desconocía.
Tiempo después tuve la suerte de trabajar con él en su agencia, en su casa. Tuve la dicha de poder presentarle ideas y ver como le brillaban los ojos de entusiasmo al escucharlas. Al hablar de creatividad, su cara siempre se transforma y vuelve a ser un niño. Su fervor contagia al punto que uno olvida que está hablando con el dueño del lugar en donde uno trabaja. Luis Miguel logra generarte esa comodidad que sólo puede despertarse al hablar con alguien que sabes que comparte tu misma pasión. Recuerdo que en esos momentos, platicando con él me preguntaba, y aún hoy me pregunto, cómo alguien podía lograr un balance tan preciso entre ser un excelente creativo y un excelente hombre de negocios. Generalmente, en mi experiencia, he visto gente muy buena en una cosa o en la otra. Pero Luis Miguel es realmente bueno en las dos. Y como pasa con esas pocas personas que logran despegarse del resto y adquieren un vuelo propio y consiguen tener una luz especial, Luis Miguel le suma una increíble calidez a nivel personal a todas sus destacadas cualidades para el negocio publicitario. El que lo conoce bien sabe de que hablo.
Hace poco tiempo, a mi mujer le diagnosticaron cáncer. Muchísima gente me escribió, me llamó, me mostraron su afecto y su apoyo. En ese duro camino recorriendo y batallando contra una enfermedad, cada tanto me encontraba con un mensaje de aliento de Luis Miguel, y siempre pensaba lo mismo. ¿Cómo hace para hacerse siempre un tiempo? ¿Cómo hace para recordar todo? ¿Cómo hace para responder cada mensaje que le escriben? ¿Cómo hace?... Con Luis Miguel esa pregunta para mi fue siempre recurrente. ¿Cómo hizo para armar una agencia tan exitosa? ¿Cómo hizo para cambiarle la cara a un mercado que creativamente estaba tan rezagado? ¿Cómo hace para seguir teniendo la misma pasión por la creatividad que tiene alguien que recién arranca en esta profesión?
Con el tiempo, la vida me hizo entender que hay cosas que no tienen respuesta. Simplemente son así. Como cuando uno queda deslumbrando apreciando un paisaje imponente y el silencio es la muestra más clara de admiración. Hasta hoy, había admirado a Luis Miguel en silencio. Pero me pareció que ya era hora de hacerle también mi pequeño homenaje.
Martín Cerri
Director Creativo Ejecutivo
Walton Isaacson